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Del Prólogo del libro
A mediados de los años noventa, Internet
vivía una poderosa curva ascendente. Dinamizada por la euforia de los
ciberevangelizadores al estilo Negroponte, que pronosticaban "mil millones de
usuarios" para el año dos mil, todos miraban en dirección a la nueva maravilla sin
saber muy bien de qué se hablaba cuando se hablaba de la Red. Todo era misterioso como un
nuevo lenguaje sin palabras.
Instancias como el e-commerce o el e-banking recién asomaban como posibilidad, mientras
que las grandes corporaciones todavía no habían tomado el control absoluto de las redes
de datos; era un momento en que la Web aún parecía una maravillosa plataforma para
nuevas tecnologías, que desaparecían antes de que los usuarios las hubieran entendido o
adoptado. El fuerte componente de la cultura college americana abundaba en Internet
generando activistas emblemáticos como John Perry Barlow y su "Declaration of the
Independence of Cyberspace". Otro dato: todavía existía el fax y los poseedores de
una cuenta de e-mail eran una rareza.
En ese contexto, apareció en 1995 en la Argentina la primer edición de
"Ciberculturas", de Alejandro Piscitelli. A mi juicio, el primer acercamiento
serio a la temática en lengua española. El azar quiso que fuera el primero en realizar
en esa época una reseña acerca de este sorprendente libro para un diario orientado a las
finanzas en el que escribía en aquellos años. Los años han pasado y esta reedición
tiene algunas modificaciones que su autor ha juzgado necesario realizar. Entre ellas, se
han eliminado algunos capítulos y agregado otros. La dinámica de esta obra abierta se
actualizó de la siguiente forma: la version 1.0 tenia doce capitulos, siete de ellos
quedaron y cinco fueron reemplazados. Los cinco nuevos son: La Web un nuevo soporte para
el conocimiento; Máquinas que entienden; Internet. La inevitable y necesaria reinvención
de sí misma; Entre la táctica y la estrategia. Ventajas competitivas interminentes y,
por último, La Odisea de Napster. Los sistemas par-a-par y el rediseño de la libertad de
los usuarios.
De manera que el libro que tiene usted ahora en sus manos podría ser visto como un
upgrade de la obra original, un Ciberculturas 2.0. Un trabajo que se redefine a varios
siglos del lejano 1995, en tiempos en que Bill Gates todavía no se había propuesto
hegemonizar Internet. Hoy, cuando sabemos que en 2000 los usuarios no sumaron ni un tercio
de lo que suponía Negroponte en 1995, y en momentos en que la Web todavía sigue
recuperándose de la implosión que sufriera luego de su caída en el NASDAQ; cuando
muchos han vuelto a preguntarse por el sentido de un soporte que de tan posibilitador-
terminó siendo subestimado, resurge esta lectura bajo una nueva combinación.
Sin firewalls, políticamente incorrecto, enjundioso y estratégico,
"Ciberculturas" ha salido al reencuentro de su lector. Un lector que ya
incorporó que si bien Internet no cambia todo, sí ha cambiado muchas cosas; entre ellas,
la forma de percibirse a sí mismo dentro de una red global. En este sentido, este libro
resultará imprescindible. Ojalá disfruten su lectura tanto como lo hice yo.
Rafael Bini |