FICHA TÉCNICA | |||
NOMBRE | La escuela razonable |
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SUBTÍTULO | Una mirada a la cultura de la escuela media urbana. |
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AUTORA | Osvaldo Dallera |
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IDIOMA | Español |
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EDITORIAL | EDB |
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PAGINAS | 165 |
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ADICIONAL | No tiene | ||
PRECIO | Dirigirse a: odallera@horizonteweb.com |
El autor de este libro sostiene que para ser razonable hace falta hacer un buen uso de la razón, y hacer un buen uso de la razón significa atender de manera armónica y equilibrada a sus dos propiedades básicas: el cálculo y la evaluación. Los teóricos encargados de estudiar la racionalidad denominan racionalidad instrumental o estratégica al modo de operar de la razón vinculado al cálculo de costos y beneficios. Los especialistas llaman racionalidad evaluativa al modo de operar de la razón vinculado con la selección de fines y valores. Cuando predomina una de las dos propiedades básicas de la razón en detrimento de la otra se pierden las dos condiciones básicas del ser razonable: la pertinencia y la sensatez. Según Dallera la escuela razonable, lleva a cabo su labor en dos dimensiones fundamentales de la vida escolar: la dimensión política y la dimensión pedagógica. La dimensión política tiene su centro en la figura del director y en las relaciones que éste establece con los cuatro gremios o las cuatro corporaciones que agrupan a los actores de la escuela en función de sus expectativas y sus intereses: los docentes, los alumnos, los padres y las autoridades superiores (estatales, municipales o entidades propietarias). La dimensión pedagógica tiene su centro en el triángulo que forman la enseñanza, el aprendizaje y el objeto de conocimiento. La transmisión de este objeto es la razón de ser de la tarea escolar y podemos abordarlo desde la configuración de tres dimensiones específicas: la dimensión epistémica, la dimensión ética y la dimensión estética. La dimensión epistémica está constituida por el universo de creencias verdaderas. La escuela debe trabajar para que los alumnos sólo crean en aquello que resulta razonable creer. Lo que la escuela tradicional llama conocimientos, dentro de la escuela razonable son creencias sostenidas en razones. Desde este enfoque resulta más sensato y pertinente entender que los conocimientos son sólo creencias sostenidas en razones. Por eso conviene tratar a los conocimientos adquiridos con más humildad y ubicarlos dentro de la categoría de las creencias. Éstas incluyen en su propia definición su carácter provisional. Además, en la escuela razonable se ayuda a los jóvenes a dejar de creer por motivos y a emperzar a creer por razones. Creer por motivos significa que una persona cree en las cosas que cree porque detrás de esas creencias hay una finalidad práctica, es decir, de algún modo creer en eso se supone que lo beneficia o lo beneficiará. De manera que podríamos decir que una de las razones por la que los jóvenes deben ir a la escuela es para aprender a creer por razones y para dejar de creer, siempre que sea posible, solamente por motivos. El universo de las acciones nos remite a la dimensión ética. La escuela (sobre todo la escuela media) es el lugar más apropiado para difundir, afianzar y profundizar la manera razonable de actuar. Deliberar acerca de la toma de una decisión, argumentar en favor de un determinado proyecto, establecer negociaciones y acuerdos entre partes que acerca de una determinado asunto se mantienen en conflicto, son prácticas razonables que pueden y deben formar parte de la vida social y la escuela deber ser el lugar de fomento y difusión de esas prácticas si aspiramos a construir un estilo de vida social sostenido en valores como la tolerancia a la diferencia y la adopción de pautas y modelos por vía del convencimiento argumental y no coercitivo. El universo de las formas de interacción nos remite a la dimensión estética. Este es uno de los territorios más descuidados por la escuela. Las formas de presencia, trato y expresión han dejado de considerarse contenidos que deben ser incluidos en el curriculum. Todo lo más que se encuentra en las escuelas en esta materia, son esfuerzos aislados e individuales de algunos miembros de cada comunidad educativa (alguna familia, algún docente, o algún alumno o alumna). Sin embargo, en el universo de la estética escolar es donde con mayor nitidez puede marcarse la diferencia entre una persona que está educada y otra que no lo está. Por último, Según Dallera, la escuela media es el único lugar, hoy por hoy, al que los jóvenes pueden asistir para vincularse con una cultura diferente a la que se les ofrece en los MMC y, en general, en ámbitos estrechamente ligados a la cultura popular y la cultura kitsh. Pasar por la escuela media debería marcar la diferencia entre tener, como se decía antes, una cultura (culta) general y no tenerla; es decir, entre ser educado y no serlo. Después, los que van a la universidad se hacen (o se harán) especialistas, pero no necesariamente personas cultas o educadas. Si quienes asisten a la escuela razonable entienden y practican lo que se les presenta, entonces están en mejores condiciones para elevar la calidad de su propia vida y la de la vida de los que los rodean. Por eso, insiste el autor, la escuela razonable está para que quienes concurren a ella entiendan lo más valioso que la cultura de su tiempo tiene para ofrecerles y para que, a partir de esa comprensión, sea posible mejorar la calidad de vida propia y la de la comunidad de pertenencia. Contenido INTRODUCCIÓN La escuela media y las personas razonables LA DIMENSIÓN POLITICA DE LA INSTITUCION Una metáfora sobre el rol del director El DT como político (conflicto y negociación) El DT como pedagogo y como didacta (ideología) El trabajo de campo del DT (relaciones con los demás) Pluralismo y diversidad cultural en la escuela La escuela razonable frente a la diversidad cultural y la crisis de sentido LA DIMENSIÓN PEDAGÓGICA 1. LA DIMENSIÓN EPISTÉMICA Escuela, cultura y realidad El triángulo epistémico. Realidad, Conocimiento y Verdad en la escuela La organización de la realidad en la escuela. Temas, contenidos, curriculum, discursos Los contenidos de los discursos escolares: las creencias, el sentido común y los saberes La forma de los discursos escolares: la didáctica como retórica 2. LA DIMENSIÓN ÉTICA Enseñar a ser razonables: del público mediatizado al público educado Los valores Las virtudes Historia y composición del concepto de virtud La virtud y la idea de naturaleza humana Las virtudes en la escuela; la virtud de la escuela 3. LA DIMENSIÓN ESTÉTICA Formas estéticas y diversidad cultural Formas de interacción social con contenido estético: presencia, trato y expresión La estética escolar como la búsqueda de la mejor apariencia posible La cortesía: síntesis del buen gusto en la interacción social. La escuela y la formación del juicio estético: el buen gusto CONCLUSIÓN: La escuela razonable como clima Distorsiones de la escuela razonable Bibliografía consultada |
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