Análisis de los proyectos e-Learning
por
Javier LOZANO
Presidente de NANFOR
Ibérica
Introducción
El uso
generalizado de técnicas financieras para cuantificar los resultados de
las acciones de las empresas hace que se empleen en cualquier tipo de
nuevo proyecto. Esto ocurre con las acciones de teleformación en las
empresas. El ROI (Tasa de retorno de la inversión de un proyecto) se
impone como la forma más ajustada.
La
fórmula básica del ROI trata dos variables generales a analizar: los
costes y beneficios que genera el proyecto e-learning.
¿Qué sucede si no hacemos la formación?
Para
calcular la tasa de retorno de inversión, hay dos fases principales: el
cálculo de la tasa de ROI para la realización de la acción formativa,
aspecto fundamental para evitar realizar acciones sin claros resultados.
En
ocasiones se asumen necesidades formativas por deseos de determinados
grupos en la empresa que indican sus necesidades de cara a su formación
personal, sin atender a las necesidades de la organización.
Dependiendo de la empresa, puede suceder que interpreten estos cursos
como premio a su dedicación y fidelidad para aumentar la estabilidad en
la empresa, mejorar su motivación y aumentar la productividad. Estos
factores tienen que ser valorados por distintos miembros de la empresa
para lograr el compromiso correspondiente de cálculo en los efectos
beneficiosos del ROI. El mismo caso en otra empresa puede ser
interpretado como un exceso en los gastos de formación que, al fin y al
cabo, no van a mejorar directamente su productividad por tratarse de
acciones de formación no vinculadas al proceso productivo. En este caso
nos encontraríamos que esta posible acción formativa no se realizaría
porque si no hacemos la formación la productividad se mantiene. Por lo
que el ROI nos ayuda a no hacer acciones formativas que no tengan
beneficios para la empresa.
Estamos
pues ante una situación en la que la cultura empresarial, su estrategia
y sus objetivos son cruciales para calcular el ROI. Cada empresa debe
desarrollar su metodología de cálculo de ROI de distinta manera y para
casos similares un ROI puede ser distinto de otro.
Si
superamos la primera fase de cálculo de ROI, es decir, se ha decidido en
la corporación que es necesario realizar la acción, tenemos que comentar
esta acción a los responsables financieros, de tecnologías de
información, de compras y de RRHH para determinar y acordar las
variables principales que nos ayuden a calcular los costes y los
beneficios de la acción formativa. En esta etapa se debe comenzar a
calcular los costes y los beneficios de la acción formativa.
El
responsable del posible proyecto debería de solicitar a través de la
Dirección General (si es posible) un listado a los responsables de RRHH;
TI y Finanzas de la empresa en el que, en forma de cuenta del libro
mayor, apuntaran una estimación económica los componentes de costes de
la operación así como las ventajas o beneficios estimados de la misma.
Estas estimaciones se volverán a solicitar una vez realizada la acción
formativa y se analizarían desviaciones.
Costes de la acción formativa
Para
ofrecer una idea aproximada de los componentes de cada área vamos a
diferenciar los costes de formación presencial y de la formación e-Learning.
Recomendamos que en cursos con duración superior a 100 horas se haga una
estimación de modelo blended learning o formación mixta para evaluar una
tercera opción. En el ROI deberá de incluirse la tasa de finalización de
cursos y de gestión del conocimiento del alumno. Esto quiere decir que
habrá alumnos que habrán finalizado con un 50% de conocimiento sobre el
total del curso que puede ser un porcentaje adecuado en comparativa con
los estándares de formación presencial donde se desconoce el nivel de
aprovechamiento del alumno al no hacer ningún tipo de prueba de
evaluación.
Los
costes de un proyecto en ocasiones no son evidentes, y tampoco exactos,
los costes y sus reducciones pueden jugar a favor o en contra de la
compañía dependiendo de las personas que lo definen y establecen, del
departamento que está implicado. Por ejemplo, RRHH puede tener una
visión de implantación de e-Learning
Detalle de los posibles costes de formación presencial:
Tiempo
dedicado al cálculo del ROI
(50%): no se calculará tasa de ROI en proyectos de e-Learning
menores donde la cantidad a analizar sea escasa.
Costes de realización de la formación:
como salarios de los instructores
organizadores de los cursos, costes de viaje y dietas de los
participantes y profesores, costes del material de formación, libros,
fotocopias, encuadernaciones, cafés y comidas en su caso, envío de los
materiales al lugar de aprendizaje, costes de administración de
registro, comunicación y seguimiento de los participantes.
Costes
de preparación de las clases y del material:
En la
modalidad de formación presencial se suele impartir la formación por
profesionales expertos que ya dominan la materia y que no requieren
tiempo previo de preparación. Esto, no ocurre en todos los casos, sobre
todo en compañías dedicadas a la formación en áreas de evolución
tecnológica donde se requiere un alto nivel de autoformación, sobre todo
en las primeras ediciones de impartir el curso. En estos costes podemos
incluir el tiempo e instalaciones empleadas en planificar actividades y
secuencias formativas, uso de tests, evaluaciones, pruebas, prácticas y
elementos precisos para interactuar en vivo con el participante. Otros
elementos pueden ser la edición de presentaciones, preparaciones de
clases y diapositivas y uso de distintos materiales multimedia.
Costes
de elementos físicos para realizar la formación:
Podemos
reseñar aquí de lo más visible a lo invisible: aulas, costes de
mantenimiento de estas aulas, imputación de costes de personal que
trabaja en la gestión de las mismas, instalaciones, luz, electricidad,
suministros, mobiliario, ordenadores, material audiovisual, material
para escritura, pizarras, mesas, y otros elementos inmovilizados que son
necesarios para impartir la formación.
Costes
de viaje:
Este
capítulo es el primero que viene a la mente en el caso de ahorro de
costes con respecto a la formación presencial, efectivamente, es un área
donde e-Learning puede ahorrar significativamente recursos, y donde
desplazamientos para la formación presencial hace que se generen
determinados costes ocultos como el coste de oportunidad del empleado/a
no disponible en determinados momentos. Con la formación por e-Learning,
el participante está desconectado durante la formación pero está
disponible para resolver problemas y disponer del mismo en el caso de
emergencia.
Detalle de los posibles costes de formación en modalidad e-elearning:
Costes
de realización de la formación: a través del e-Learning podemos reducir significativamente
este apartado de costes. Se eliminan los costes de viajes de
instructores, horas, dietas y desplazamientos, cafés en las salas,
costes de impresión de papel, fotocopias de prácticas ya que estos
elementos se envían o descargan electrónicamente, se eliminan los costes
de envío de materiales. Además, se puede automatizar una gran parte de
la administración del curso como realización de altas, modificaciones y
bajas de participantes así como la automatización de los Diplomas que se
pueden generar por bloques de participantes.
Si
disponemos de una PGA (Plataforma de Gestión del Aprendizaje) podremos
gestionar administrativamente de forma automática muchos aspectos que se
realizaban antes de manualmente.
Si vemos
que la formación e-Learning 100% no es factible debido a las posibles
tasas de abandono, sería conveniente pensar en opciones de formación
mixta, otra forma de ahorro es la sustitución de material impreso por
material digital que pueda ser visualizado en la pantalla e impreso por
el participante en el caso de necesitarlo.
Otros
aspectos de ahorro es el facilitar a los animadores/expertos sus tareas
de gestión de aprendizaje desde sus domicilios para evitar
desplazamientos.
Costes
de preparación de las clases y del material:
en este
caso si incluimos los costes de desarrollo de contenidos de los cursos
debemos afirmar que los costes generados son mayores que en formación
presencial. Aunque si tenemos que analizar los costes ocultos de
preparación de clases que no se suelen imputar en la formación
presencial por parte de los instructores internos.
En el
sector se acepta de forma generalizada que los instructores en formación
presencial solo cobran por la enseñanza de la clase, esto suele ser
verdad si son externos, pero en muchas ocasiones se trata de
instructores internos que no especifican tiempos para la preparación de
la clase por varios motivos y dedican varias horas de su horario laboral
a la preparación de las mismas sin que se computen en el apartado de
Costes.
Costes
de elementos físicos para realizar la formación:
Para
conseguir que el e-Learning sea más beneficioso en términos de costes
que la formación presencial se deben analizar aspectos de implantación
tendentes al ahorro. Es necesario que la implantación del sistema de
aprendizaje no conlleve la mejora de las infraestructuras informáticas
de la empresa, para ello se necesitaría contar con desarrollos de cursos
que fueran capaces de soportar el hardware existente en la organización.
Intentar
proyectos 100% e-Learning es más económico que la realización de
formación mixta, esta solo se utilizará si no hay otra opción para
conseguir el éxito de la acción formativa.
Habilitar normativas para acciones de formación en las que los
participantes puedan asistir a clase desde su puesto de trabajo, sin
recibir llamadas, ni permitir interrupciones, dejando claramente ver a
los demás que esté realizando un curso. Hay empresas que ofrecen un
horario de mañanas con carteles que comentan en formación, o con
auriculares para que las conversaciones ajenas no les eliminen la
concentración, tambien permiten descolgar el teléfono o poner un mensaje
diciendo que la persona se encuentra en un proceso de formación y no
está disponible hasta determinada hora pudiendo dejar mensaje o que otro
compañero/a pueda atenderle.
Para
reducir los costes de compra, adaptar las plataformas a las necesidades
de la empresa pudiendo adaptar soluciones que sean económicas y testadas
sin necesidad de generar sobrecapacidad.
Comprar
las licencias de contenidos en base a un escalado de precios por fases
de implantación, así se pueden reducir los costes y mejorar el ROI.
En
términos de plataformas y administración de servidores es más cómodo y
rentable a medio plazo utilizar plataformas ajenas que propias, el
modelo de ASP (alquiler de la infraestructura) es el que mejor demuestra
el ROI.
Costes
de viaje:
El e-Learning
supera en todos los conceptos a la formación presencial en este
capítulo.
Costes de oportunidad: Si definimos costes de oportunidad a
aquellos que se generan por la falta de asistencia de un empleado al
puesto de trabajo, estamos también ante un caso ganador para la opción
e-Learning respecto a la presencial. Imaginemos que tratamos con un
grupo de vendedores que se desplazan una semana desde su puesto de
trabajo, al no poder tratar los temas más importantes como gestión de
pedidos, atención de asuntos urgentes, la cifra de facturación de la
organización se podría bloquear por el curso. Si estos pudieran realizar
la formación en sus instalaciones a través de métodos de e-learning
podrían acceder a los cursos de forma continuada sin descuidar los
asuntos más importantes de su trabajo diario. En este caso hablamos de
cantidades directas por las que se ven afectada la cifra de negocios.
Algo parecido puede ocurrir con la formación de administradores de
sistemas informáticos cuya ausencia puede ser fundamental para la
resolución de problemas en la red de la empresa.
Tiempo dedicado al cálculo del ROI
(50%):
asignamos el mismo en cada área.
Beneficios de la acción formativa e-Learning
Estos se
pueden calcular en dos tipos de variables, las objetivas y las
subjetivas. Entendemos que las primeras son aquellas que se refieren
a datos fácilmente cuantificables, estos datos los debe aportar el
responsable financiero que, con el responsable del departamento afectado
y el de RR. HH determina los efectos positivos de la acción formativa
vía presencial o vía e-learning. Ejemplos de casos tangibles pueden ser
comparativas de productividad sobre el incremento marginal del nivel de
productividad que generan los individuos una vez han realizado la
formación. En el caso de la fuerza comercial que mejora un determinado
porcentaje, caso de administradores de sistemas que aumentan su
capacidad de gestión de servidores si reciben una formación apropiada de
uso de nuevas herramientas, caso de adaptación y mejora de nuevos
procesos colaborativos, etc…
Para
conseguir estas cifras es preciso contar con la información de terceros,
el compromiso de los departamentos e individuos que van a recibir y
promover esta formación es fundamental para la consecución del
resultado.
Las
variables subjetivas que permiten medir el ROI en el e-Learning se
determinan en función de
la Dirección General,
los directores de departamentos y los responsables de la acción que van
a valorar en función de otros objetivos, los efectos positivos de la
acción. Ejemplos como la apertura de una línea de negocio cuya
rentabilidad se vislumbra a medio plazo, formación sobre temáticas no
orientadas a la producción de la empresa que se realiza como una vía de
motivación al personal, etc…
La
regla del +- 100
Después
de haber participado en varios proyectos de implantación del e-Learning
en las empresas y conocido las experiencias de otras muchas, creemos que
una aproximación básica a analizar previos ROIs es la regla del más
menos 100 que nos permita conocer con rapidez cuales proyectos
aprovechar y cuales desechar. En este caso nos referimos a los conceptos
de más de 100 participantes en las acciones formativas por proyecto e-elearning
y menos 100 horas de aprendizaje.
Objetividad en el análisis del ROI:
Es
necesario emplear métodos objetivos que reflejen la realidad de los dos
métodos de aprendizaje.
La
presente tabla ofrece una comparativa de distintos aspectos que deben
ser tenidos en cuenta en el momento de calcular las tasas de ROI en
acciones formativas:
Características |
Formación presencial |
Formación e-Learnings |
Control de seguimiento del participante |
No |
Si |
Evaluación del participante sobre calidad del curso |
Si |
Si |
Evaluación al participante sobre su nivel de aprendizaje |
No |
Si |
Control accesos y realización de prácticas |
Si |
Si |
Control y calidad de contenidos objetivos |
No |
Si |
Asistencia a puesto de trabajo en cursos largos (40 horas una
semana) |
No |
Si |
Predecibilidad del contenido |
Medio |
Si |
Contenido adaptativo a cada participante |
No |
Si |
Acceso indexado al contenido |
No |
Si |
En e-Learning:
todo se mide, el fracaso del participante es tangible mientras que en el
caso de la formación presencial es muy infrecuente medir el nivel de
aprendizaje de los participantes. El fracaso del participante es
intangible, el del instructor tangible ya que siempre el participante
evalúa la calidad de los instructores y del curso. Como contrapartida,
el instructor no informa, a no ser en casos extremos, de la falta de
atención durante la explicación ni es capaz de determinar el nivel de
aprendizaje al no realizar evaluaciones finales.
En e-Learning todo
es transparente, el seguimiento, la participación, el aprendizaje, se
suele medir la asistencia, y este califica al instructor con lo que no
suele ser exigente con los alumnos Intenta ser lo más interactivo
posible, pedagogo y ofrece sus conocimientos, pero no puede saber si
cuando alguien le mira está asimilando los conocimientos o simplemente
está actuando. En e-learning siempre sabemos si acceden o no, si
terminan sus prácticas, si ahorran tiempo o si no aprenden.
Duración de
sesiones:
en la formación presencial muchas sesiones son superiores a lo deseado,
inicialmente, estudios de usabilidad han demostrado que la atención se
consigue mantener en un nivel óptimo durante una hora y media como
máximo.
En la
objetividad del análisis se debe aplicar también a los resultados
formativos, si en formación presencial no hacemos evaluaciones ni
pedimos que aprendan un porcentaje específico, en formación e-Learning
tampoco podemos hacerlo. En algunos departamentos de Recursos humanos
equiparan la asistencia al curso presencial con la ejecución del
contenido y prácticas por parte del participante en el formato e-learning,
estas cifras no pueden ser iguales ya que solo lo serían si en el caso
presencial se obligaran a realizar las mismas actividades y se
comprobaran posteriormente.
Acceso indexado al contenido:
El participante es capaz de decidir que contenidos le interesan
eliminando tiempos muertos de recepción de contenido que ya conoce. En
formación presencial esto es imposible ya que la entrega de contenido se
hace de forma secuencial. Se estiman ahorros en torno al 30% del total
para este caso.
Otro
punto de vista del ROI:
ROI booleano: Todo lo referido anteriormente trata de cálculos de
ROI desde una óptica financiera muy válida para la empresa privada. En
el mundo del e-learning hay grandes actores como instituciones públicas
o compañías en las que determinadas acciones formativas no se pueden
medir por el aumento de la productividad. Por ejemplo, la medida del ROI
de la formación de pilotos con simuladores y entrenamientos reales en
aviones, no trata de la mejora de la productividad de esta persona,
simplemente define la posibilidad que haya servicio o no. Si el piloto
no está formado en el aparato y en técnicas de navegación, no hay vuelo.
¿Cómo se calcularía el ROI en este caso? Sería orientado al éxito de la
acción formativa, es decir, podríamos definir un ROI positivo porque
conseguimos que el piloto sea capaz de volar. Algo parecido sucedería en
las Fuerzas Armadas donde la formación va orientada a la utilización de
armas de guerra, si recibe la formación y consigue llegar al nivel de
rendimiento requerido se puede utilizar el arma con ROI positivo si no
consigue esto sería un ROI negativo.
ROI social:
Los
organismos públicos al planificar sus acciones formativas no solamente
tienen en cuenta los costes económicos sino también los beneficios
sociales de las acciones ya que no obtienen un resultado directo
cuantificable para sus organizaciones sino para el conjunto general de
la sociedad
Conclusiones:
Si
deseamos que nuestras organizaciones sean más competitivas, adaptadas al
entorno, gestionando el cambio, necesitamos que los miembros de la
empresa aprendan constantemente para ser capaces de superar los retos
que el entorno competitivo y cambiante nos ofrece debemos orientar
nuestros esfuerzos hacia la implantación de sistemas de formación ágiles
y fiables. El correcto cálculo del ROI y del éxito de las acciones
formativas nos facilitarán la implantación de proyectos e-Learning donde
se consiga una mejora determinante de las organizaciones.
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